La
ISO (Internacional Standarization Organization) es la entidad
internacional encargada de favorecer la normalización en el mundo,
un conjunto de normas sobre calidad y gestión de calidad. Se pueden
aplicar en cualquier tipo de organización o actividad orientada a la
producción de bienes o servicios. Con sede en Ginebra, es una
federación de organismos nacionales, éstos, a su vez, son oficinas
de normalización que actúan de delegadas en cada país, con comités
técnicos que llevan a término las normas. Se creó para dar más
eficacia a las normas nacionales.
La
finalidad principal de las normas ISO es orientar, coordinar,
simplificar y unificar los usos para conseguir menores costes y
efectividad.
Tiene
valor indicativo y de guía. Actualmente su uso se va extendiendo y
hay un gran interés en seguir las normas existentes porque desde el
punto de vista económico reduce costes, tiempo y trabajo. Criterios
de eficacia y de capacidad de respuesta a los cambios. Por eso, las
normas que presentemos, del campo de la información y documentación,
son de gran utilidad porque dan respuesta al reto de las nuevas
tecnologias.
Algunos
de sus beneficios son:
Beneficios
ante el mercado:
Mejorar
la imagen de los productos y/o servicios ofrecidos.
Favorecer
su desarrollo y afianzar su posición.
Ganar
cuota de mercado y acceder a mercados exteriores gracias a la
confianza que genera entre los clientes y consumidores.
Beneficios
ante los clientes:
Aumento
de la satisfacción de los clientes.
Eliminar
múltiples auditorías con el correspondiente ahorro de costes.
Acceder
a acuerdos de calidad concertada con los clientes.
Beneficios
para la gestión de la empresa:
Servir
como medio para mantener y mejorar la eficacia y adecuación del
sistema de gestión de la calidad, al poner de manifiesto los puntos
de mejora.
Cimentar
las bases de la gestión de la calidad y estimular a la empresa para
entrar en un proceso de mejora continua.
Aumentar
la motivación y participación de personal, así como mejorar la
gestión de los recursos.